27 de febrero de 2018. Compañeros y Compañeras: la Constitución Política que nos rige como norma suprema, nos protege como población dentro de un Estado de Derecho y nos otorga libertades como la de reunión y la de libre manifestación de las ideas en su apartado de Derechos Humanos.

Resultaría lógico que, al interior de una democracia republicana, las protestas pacíficas que un cúmulo de la ciudadanía desee realizar fueran totalmente aceptables e incluso se les otorgara audiencia para escuchar el motivo de su disgusto.

Sin embargo, la intolerancia, soberbia y abuso de poder son males que en ocasiones aquejan a nuestros mandatarios y que tristemente los llevan a cometer acciones tendientes a sofocar cualquier inquietud poblacional que pudiera evidenciar un fallo de su gobierno.

Para algunas autoridades es difícil imaginar una mesa de diálogo y negociación con sus representados y prefieren terminar de forma violenta con cualquier levantamiento organizado que intenta emitir una solicitud.

Ahora le tocó al gremio productor de frijol, que decidió ubicarse en una caseta que conduce de Chihuahua a Cuauhtémoc, en donde estuvieron manifestando su reclamo de que se incremente el precio del producto ya que se han efectuado una serie de pérdidas para estos grupos debido al bajo costo por el que les son compradossus productos.

Para su desgracia, ni tardos ni perezosos aparecieron elementos de la Comisión Estatal de Seguridad que, aunque son tardíos para atender crímenes y prevenir homicidios, en esta ocasión fueron expeditos al momento de detener a las personas que se manifestaban.

Aproximadamente 20 personas fueron detenidas en tan lamentable suceso.

Es importante destacar que la toma de esta caseta es el desenlace de una serie de manifestaciones pacíficas que dichos grupos han perpetrado al interior de nuestra entidad y que al sentirse totalmente ignorados por la administración que ocurre: han tenido que llegar a estos extremos sin conseguir que se les escuche si quiera.

Este Gobierno no ha tenido el interés de resolver cuestiones relacionadas al ingreso de frijol al mercado ante el acaparamiento comercial de Estados Unidos. Pero si tuvo mucho tiempo para manifestar sus propios deseos, organizando una “pacífica” caravana en la que dejó claro que la única libertad de expresión en la que cree es la suya.
Este escenario de desigualdad se convierte en un sinsentido en el que por un lado el titular del Ejecutivo presume en redes sociales el éxito de su evento social de caravana y por otro, intenta oprimir a quienes desean hacer uso de su libertad de reunión con el fin de llamar la atención del Gobierno para que les brinde una atención mínima en su necesidad como productores.

La indiferencia y poca capacidad receptiva de esta administración ante un sector que es básico como nación: el productor de alimentos, queda en evidencia a través de otras protestas que con anterioridad se han realizado por parte de los productores de maíz y de leche de nuestra entidad, en donde ha habido campesinos que incluso montaron su manifestación frente a Palacio de Gobierno.

Ante esta terrible decisión del Poder Ejecutivo, en específico de la Fiscalía, solo podemos manifestar nuestro profundo desacuerdo y nuestra desaprobación frente a actos de total asfixia de los derechos humanos que le son inherentes a todo mexicano y mexicana.

Reprocho las actitudes del Ejecutivo quien ha sido omiso al llamado de los productores.

Hago uso de esta Tribuna para hacer un llamado al Poder Ejecutivo: ¡solicito de la manera más atenta que emita acciones congruentes con su discurso, se abra al diálogo y practique la tolerancia en todo acto que de acuerdo a sus atribuciones emita!

Que deje de practicar el doble discurso ¡el pueblo de Chihuahua se lo demanda!