15 de septiembre de 2020. H. CONGRESO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA
PRESENTE. -

La suscrita, Amelia Deyanira Ozaeta Díaz, en mi carácter de Diputada de la Sexagésima Sexta Legislatura e integrante del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, acudo ante esta Honorable Asamblea a efecto de presentar el siguiente:

POSICIONAMIENTO

Compañeras y compañeros diputados, vengo hasta esta soberanía con pena y con vergüenza…en nuestro estado se le mata a la gente por su elección de vida.

¿Qué lleva a una persona a cometer este tipo de delitos? La ignorancia, el miedo, la cerrazón, el autoritarismo y un sistema patriarcal que repudia lo diferente, todo aquello que se sale o se revele a la norma establecida.

Estos crímenes son de odio, son crímenes fundados en creencias de lo que “debe ser”, y lo que no sea así, debe ser aniquilado. Ese es el mensaje que se le da a la sociedad cuando se les niega a las personas escoger libremente su identidad, cuando la cerrazón y el ultraconservadurismo dicen que la heterosexualidad es lo “sano” y que lo demás no existe o no debería de existir.

Perdemos el tiempo tratando de averiguar por qué los seres humanos somos diversos, lo somos, PUNTO, no hay más que explicar. A nosotros, no nos toca decir quien está bien o quien está mal, a nosotras nos toca hacer que se respete la libre orientación sexual e identidad de género como un ejercicio de justicia social y equidad.


Las leyes no son suficientes para garantizar el disfrute pleno de los derechos de las personas de la comunidad LGBTTTI+, porque desgraciadamente, como en muchos otros casos, la justicia no es innata a esas leyes. Esas leyes, que si bien representan avances, no permiten que personas como Mireya o como Leslie, caminaran libremente por las calles sin ser agredidas verbal y hasta físicamente.

“Al menos ya no somos recogidas por la policía por estar vestidas como lo estamos. Tenemos muchos avances en derechos humanos, pero no tenemos justicia. Aspiramos a tener los mismos derechos que todas las demás personas”.

Deborah Álvarez, activista social, a través de un documental, enuncia estas frases, esa es su “normalidad”, pero cuando una las escucha, una que viene a pararse aquí, a la casa de las leyes, donde supuestamente rige un Estado de Derecho, no pude sino sentir vergüenza porque otra vez comprobamos que la justicia sigue siendo para unos pocos, que como Deborah, Mireya o Leslie, ASPIRAN a tener todos los derechos que nosotros aquí, tenemos como innatos.
A estas alturas, no sé si sirva que les diga que México se encuentra en el segundo lugar a nivel mundial por crímenes de odio hacía las personas LGBTTTI+, mientras que Chihuahua ocupa la misma posición entre el resto de las entidades. Según el informe Violencia, Impunidad y Prejuicios, asesinatos de personas LGBTTT en México 2013 – 2017, de la organización Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana, en el estado se cometieron 28 homicidios en el 2017.

Como nos gusta presumir cuando somos primer o segundo lugar en generación de empleos o en aportaciones a la Federación, pero como escondemos o simplemente invisibilizamos cuando somos de los primeros en donde se cometen estos delitos de odio, o donde se cometen también más feminicidios.


Este llamado de atención es para dejar de ignorar estos crímenes como si no existieran, a reconocerlos y a trabajar para que ya no sucedan con todo lo que tenemos a nuestro alcance.

Y para ello, es necesario un componente fundamental: la educación. Urge implementar procesos de sensibilización, desaprender los estereotipos y prejuicios que lesionan los derechos de todas las personas. Enseñémosles a nuestros jóvenes, a nuestros niños y niñas el valor del respeto hacia los demás, seamos una sociedad que respeta y no una que mata y que tolera el odio.

D A D O en el Salón de sesiones del Poder Legislativo, en la Ciudad de Chihuahua, Chihuahua, a 14 de septiembre de 2020.

ATENTAMENTE


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DIP. AMELIA DEYANIRA OZAETA DÍAZ
GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO DEL TRABAJO